Como ya he contado el otro día el amigo cartero y su familia se ha comprado una casa en un pueblo cercano, más o menos, cosa que toda la familia quería, para tranquilidad y hacer sus cosas.
El plan más normal de los sábados suyo, era normalmente, si no tenía otra cosa que hacer, es pasar allí la mañana, la tarde o el día, depende de lo que tuviera que hacer o fuera haciendo.
Y al final está pasando lo que yo pensaba que podía pasar: su familia, empiezan a ir allí a pasar fines de semana, hacer, no sé lo que harán, porque, aunque si se puede vivir, faltan muchas cosas por hacer: y claro, si su familia está allí, a él, no le gusta mucho ir, sobre todo, porque lo que él propone le suelen decir que no, o piensan diferente, y mientras él hace una cosa, su familia hace otra, pues no van a la par, y si él se digusta porque no se hace lo que él hace, pues no va
Y eso lleva haciendo dos semanas: la semana pasada quiso ir a ver a un amigo a un pueblo, pero al final hizo otra cosa y estaba casi conmigo y esta semana, tarde, me propuso ir a un sitio donde yo iré la próxima semana, es decir, van dos semanas que, podría haber ido, avanzar las cosas de la casa, pero, como había gente, ni fue, ni se le espera.
Y si, yo le he hecho la pregunta, ¿cuándo te vas a quedar a dormir alli? Eso, por supuesto, no está en sus planes, al menos si hay gente, siempre dice ¿para qué, si está muy cerca? Lo cual es cierto, pero su plan inicial de tener una casa del pueblo para hacer sus cosas, poco a poco, se le va cayendo por su propio peso, al ser de más personas.
Pero, no sé que me da que, quizás si pasado el tiempo, sigue ahorrando como ahorra, en un futuro él mismo pueda comprar una casa, más pequeña, sin tener que reformar en ese mismo pueblo, ahora no, pero en el futuro, se lo plantearé.
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