Hace mucho tiempo presté al amigo cartero una serie de juegos de ordenador que nunca más ha devuelto (no lo digo a mal porque ya no les quiero para nada).
Se los presté hace más diez años, sé que a él le gustaba, no es mucho de juegos de ordenador, pero, particularmente de ese juego. Lo hemos hablado muchas veces y nos hemos reido sobre si me debería devolverlos o no.
Hace unas semanas descubro que él se ha comprado una nueva televisión, ya que la anterior le estaba dando muchos fallos: por supuesto no dijo donde se la había comprado ni cuando, pero, al ser una televisión con internet, me preguntó por unos aparatos que compré hace tiempo, y sirven para que internet vaya más rápido, aparte del wiffi, y si, le comenté cómo iban, lo que costaban y si quería que se los dejaba para probarlo, además de explicar como instalarlos: esa misma tarde, después de su trabajo, aparecía con su coche en mi casa para que se los prestara.
Esa misma tarde - noche ya estaba probándolos y funcionaba muy bien: me pregunto por el precio actual y si había alguna posibilidad de que yo se los comprara: cuando miré estaban más baratos que cuando los adquirí yo, pero, según pasaban los días, iba subiendo al precio e incluso más caros que mi adquisición y así se lo iba diciendo: y entonces pensé una primera cosa: hace tiempo él compró una cosa para colocar en los radiadores, igual que hizo eso, lo mismo podía comprar esos aparatos.
Cuando hablaba con él por teléfono, me decía, ¿cuándo te los devuelvo? pero, sonaba más a una frase hecha que a una forma literal de decirlo, es decir, ganas de devolverlo, porque, el que quiere devolverlo, lo hace y punto: su máxima preocupación era que él no los estropeara, pero, para eso, ya pensaba, si algo no quieres que se estropeé, es fácil, si lo has usado, probado y visto que funciona bien, lo dejas guardado en la caja y ya me lo darás o recogeré: todo eso, no se lo dije.
Entre semana, uno de los días que le dije que si me pasaba a recoger el material (que conste que no tenía prisa, pero quería probar una cosa): él, en esos casos, lo que hace es "dar largar", tipo, tengo mucho jaleo en casa, no estoy con ropa adecuada de bajar...vamos, vaguedades para ese día en ese momento no darme el préstamo: y yo, ese día, lo dejé pasar, pero sí sabía, porque él me lo decía, que lo seguía usando.
Pasado un tiempo prudencial, hice lo mismo y él empezó con las mismas "excusas" para darme, otra vez largas y quizás, no darme lo que es mio, jeje. Pero, mi mente cuando él está pensando yo ya he ido y venido varias veces, así que, avisé antes, como 1 hora antes y él insistía con las mismas "excusas", y fui, a la fase dos:usar el teléfono, le iba diciendo donde estaba y él, imagino que pensando "no me lo puedo creer", y diciendo "en serio vienes para aquí ahora"..y allí me presenté, toqué el timbre y seguía hablando por teléfono mientras él me decía "tengo que desenchufarlo, buscar la caja"...es decir, es probable que, desde el día que se lo dejé él seguía usándolo, tan tranquilamente y le pilló, más que por sorpresa esa presencia allí y que "me llevara lo que es mío".
Esto pasa como con todo: de todo se aprende mucho y si dejo algo a alguien que quiero que vuelva, e mejor que lo haga de esa forma que, esperar una devolución a su manera.
Ya me pasó otras veces cuando le dejaba mi garaje para que guardara sus vehículos, pero nunca lo hacía al revés, ¿casualidad?
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