Si el lunes no hubo ningún mensaje entre "mi nueva ilusión" y yo, el martes fui yo el que inició una serie de mensajes, normales que derivaron hablando en temas laborales y de ella, en otras cosas.
Si hace tiempo, ambos usamos la misma frase de "me tengo que acostumbrar a no recibir tantos mensajes" o "que hablaremos menos", pero, de menos a nada, hay pequeños pasos que no hemos dado.
El tema de ayer fue la puesta de dinero por un regalo, que a ella la parece excesivo, pero a mi no, al contrario: nos debemos a un sitio, no nos piden nunca nada, y quizás deberían hacernos estar más comprometidos, pero, no, no lo estamos, estamos a otras cosas, y como siempre, con los cursos qué hacemos, todos pensamos que no valen para nada, a la vez que nadie dice nada, los hacemos y ya está.
Y el segundo tema, es lo que siempre la he visto: ella necesita tener planes con gente, amigos o familia y sentirse bien, y, la parte amarga de su vida, pues, eso, estar, pasar por ella y poco más. Ella me comentó lo que iba hacer todo el fin de semana, amigas y otra comida en su pueblo, y sé que está contenta por ello.
Y yo, ahora me tengo que acostumbrar al silencio, a mi vida de antes, hacer mis cosas, y no pensar qué hace o qué hará..y ella, aunque tenga muchas dudas, tampoco me hará preguntas.
Este camino ha sido bonito, curioso y ahora terminado, o al meno así lo creo yo.
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