Normalmente todos los programas del corazón de hablan de los mismos temas, diferentes contertulios y por lo tanto, diferente opiniones.
Pero, el otro día pasó algo curioso: si hasta ahora el programa de Ana Rosa Quintana hablaba de lo que han llamado la docuserie de Rocio Carrasco, incluida con la presencia de su propia hija, y ella, a veces hablaba y otras veces se mordía la lengua, la productora, la cadena, quien sea, decidió que de esos últimos episodios, al menos, del último, no se iba hablar y pasó eso, no se habló, ni un minuto, como si no existiese. ¿Significa eso que no sea importante? Pues puede que para esa productora no, y quizás, ya no es necesario seguir hablando de cosas que están bastante judicializadas y bastante embrolladas, como para que, de repente, cinco o diez personas, den su propia opinión sobre algo, que ya todos sabemos lo que opinan cada uno de ellos: unos a favor, otros que es su versión y otros aún lo ponen en duda.
Y yo me pregunto, ¿qué pasaría si los temas de un programa no se tratan en el otro programa? Pues quizás se les acabe "el chiringuito" y tengas que buscarse la vida en otro tipo de trabajo o quizás, como son todos bastante mayores, su forma de vivir sea, recordar historias del pasado, porque, del presente ya no encuentran muchas "ideas".
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