Al final antes de que la que fue mi nueva ilusión se enterara de que no estaba en mi lugar de trabajo y el motivo, se lo acabé contando antes de que ella llegara allí y se lo comunicarán, eso si, lo hice, a mi manera.
Lo primero es que trdé un par de días en escribir algún mensaje, y si, ya lo tenía pensado, y si, más o menos, sabía su resapuesta, pero, en algunas cosas, que pensé que pasarían fallé.
La primera cosa que fallé fue en que quizás a ella se la ocurriera llamarme por teléfono, o al menos preguntarme si podía llamare, pero no, ni lo insinuó. La segunda cosa que no pasó, es recibir algún mensaje por la tarde- noche para saber mi estado, que tampoco pasó, y la tercera y la que más me despistó del todo fue que pasó el segundo día de dicha información, y es que, hasta más allá del mediodía no recibí ese mensaje que yo esperé, tanto por la tarde- noche, como a primera hora de la mañana.
Mis contestaciones son siempre cordiales y educadas, incluso con humor, no tengo porque estar de mal humor, y no he preguntado el motivo de que yo espere algo y no lo reciba, simplemente, ella, es diferente o lo hace cuando cree oportuno.
Pero, lo que más me sorprendió, negativamente hablando, fue que, cuando la pregunté por su estado en general, ella, sigue siendo sincera y está muy triste, y la pasan muchas cosas, y sí, la dejé caer por esas cosas, pero ella, ya, a eso, no quiso o no pudo contestar.
Si tengo que pensar qué está pensando, o qué la pasa realmente, eso, ya no me lo dice, ni me lo dirá, prefiere quedarse callada y dejar pasar el tiempo, y sé que no me dirá nada: y yo, ya no insistiré, solo comentaré lo mio y poco más, en eso, es su decisión y yo, no debo intervenir, sabe lo que pensamos todos y ella sabe, que, aunque teniendo razón, seguirá todo absolutamente igual.
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