Con esas dos palabras podría definir mi último café con la que fue mi "última ilusión" y es que, cada vez está más claro que ella ahora mismo está más lejos que nunca, aunque creo que ella en ningún momento lo ha notado.
La primera sorpresa fue que venía acompañada de su ser menor, cosa que yo no me esperaba ni contemplaba, y no pregunté. No hubo preguntas por parte de nada, y creo que hablé en exceso, demás que se dice, pero, es que, ella, en este caso no hablaba de nada.
El rato corto que estuvimos, no llegó a la hora, sobre todo del tema de trabajo, y sin querer, creo, a su ser menor, se la escapó que pronto se iban de casa rural, no, ella ya no cuenta absolutamente nada... y si, al terminar, cada uno para su casa, o al menos, es se supone.
Que conste que estuve bastante intranquilo todo el día por la situación a la que me iba a enfrentar: no sabía si íbamos hablar de nosotros o no, no sabía ni como sacar el tema de "has dejado de escribir" o esa frase típica de "te contesta o escribe", el típico que tal estás, nada, ni tan siquiera cuando saqué el tema de si iré este verano a su pueblo..como digo nada de nada.
Y si hubiera la pregunta ¿ ahora qué? Mi respuesta será que personalmente, hasta que no me escriba no la voy a escribir, qué, cada vez sabré menos de ella, que ha empezado otra vida diferente, o quizás, la que llevaba antes, pero sin mi a su lado, y, como esto ya me pasó con otra persona, que no he vuelto a ver porqué está en otra ciudad y hubiera sido curioso que nos hubiéramos visto, con esta persona, como solo coincidiré a partir de un tiempo, solo en cursos, será fácil, no pensar en ella, no saber de ella, y tirar adelante con mi vida...
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