883 De amigos y otras cosas

Después de escribir nuestro viaje a Mallorca, jeje, como la canción, me toca contar cosas de estos días, si me acuerdo de todas: el jueves, creo, me llamó un amigo para “pedirme perdón” por no haber asistido a una quedada que teníamos con otro de los amigos de Mallorca, y me llamó para disculparse, de paso, le dije que el viernes había un concierto que tenía buena pinta y que si quería escucharle que yo iría: después de acabar la conversación del concierto me dice “lo he dejado con la farmacéutica, pero ahora estoy con la Laguna”: vale, impacto, en teoría, me cuenta la historia y él parece contento y feliz, y quedamos para el próximo día: analizando la frase, podría parecer que este chico estaba con la farmacéutica y que ahora estaba con la de Laguna: ni una cosa ni otra, sinceramente y hablando un poco mal, “son pajas mentales de este chico”: se “lío algo con la farmacéutica” y lo de Laguna no ha pasado más de tres besos o cualquier abrazo, pero, para él, es todo un logro.

Ayer, viernes, después del concierto, vimos a su ex y una amiga y todo su “felicidad” se fue un poco a la mierda, mañana cuento como está esta noche en la “macro- fiesta”, jeje que tengamos, jeje.

Finalizo con mis amigos viajeros, o sea de lejos: esta mañana recibo un sms para quedar hoy por la tarde o mañana por la mañana: he contestado diciendo qué tal vez podía quedar esta tarde a estas horas, son las siete y pico: el contesta que a esa hora ya tiene planes, que si quiero mañana por la mañana, cosa que ahora mismo, no me apetece, jeje, así que mañana se verá si quedamos o no por la mañana. Siempre digo lo mismo, quedar para nada, yo no quedo, y si encima no me apetece menos aún.

A media tarde, cuando estaba tomando café con un amigo, recibo la llamada del zamorano, que hace que no sé de él, alrededor de mes y medio largo: paso de cogerlo, no me apetece: supongo que mañana quedarán ellos, que conmigo, en principio, no cuenten.