Todo parecía un viernes más como otros tantos, ver a la familia, dar una vuelta, buscar algún regalo, que tocaba y para casa.
Para no perder la costumbre, sabiendo casi, caballo ganador, mandé un mensaje al cartero, el cual, como casi siempre, contestó bastante tarde, eso si, con sorpresa de por medio: en este caso, estaba en un pueblo de al lado: solo había dos opciones posibles: o visitar a su compañero de trabajo, cosa dudable, o tomar algo con el ambuibérico: no pregunté, asi que, no sé que hizo.
El caso es que fuimos a tomar algo a la vez que estaba alli los amigos sorianos, pero yo, no quería molestar y pasaba de sentarme con ellos, a la par que ellos estaban terminando y nosotros empezando.
Al final, fue la peque de todos la que quería que fuera a verla y estar con ella todo el rato, hasta que se fueron.
Nosotros al final nos fuimos: no quedamos en nada, como era previble, pero, por lo que he intuido, él hizo sus planes con el ambuiberico, cosa que no dirá y yo, mis planes con otras personas.
En fin, como siempre digo, es mejor pensar planes para una sola persona, que para dos, ya que, luego, te puedes llevar grandes decepciones....
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