Hace semanas el amigo de Palma nos indicó que después de dos o más años, venia a la ciudad y que le apetecía vernos un rato.
Todos pusimos de nuestra parte para ese encuentro, incluso el amigo militar madrileño
Hora, día y lugar elegido.
Como era de esperar, alguno llegó tarde, media hora, nadie se sorprende ya.
Pasada casi la hora y vistos sus mensajes, nuestro amigo de Palma tenia problemas para llegar.
Decidimos cambiar de lugar y alli empezaron, algo, las cosas raras.
Primera: la pareja de uno, yo creo que se negó a ir al primer bar: se había ido de comprar y quedariamos por el centro: la pareja de otro, después de ese primer lugar, se fue a casa a trabajar, asi que, al llegar al segundo lugar, solo apareció el chico: la pareja de la primera persona referida apareció por alli, sin comprar....y en medio, vimos al amigo de Palma que estuvo escasos dos minutos, por que, de repente, le llaman para decirle que su mujer se ha ido a dar una vuelta y no sabemos si sabe volver a casa....asi que, también se va.
En el segundo bar estamos casi todos, por fin, tomando algo, hasta que el amigo que se fue su pareja, también decide irse.
Al rato pasa el amigo de Palma, nos saluda desde fuera para hacernos ver que ha visto a su mujer que sigue camino para delante sin decirnos nada.
Todos un poco alucinados.
Pasa el tiempo y deciden como no, ir a tomar unos pinchos a un sitio que dos amigos van siempre, incluso les conocen: estos dos amigos ya van un poco tocados, se les nota, más a ella que a él.
Después de esos pinchos, ellos varios vinos, asi que mis dos amigos más tocados aún, fuimos al último bar, sentados, hablando de todo y de nada...y vi como ella, le daba el bajón de estar cansada, de no bailar, y tal vez, de querer un vino más.
Cada uno a su casa: nadie más preguntó por el de Palma, ni la que se fue ni su pareja....como digo, todo entre raro y surrealista...
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