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domingo, 2 de septiembre de 2018

2529 De la alegría infinita al cabreo máximo

El pasado viernes estuve casi cenando con los amigos exsorianos y todo era felicidad y tranquilidad, mientras hablabamos de nuestras cosas, no muy importantes ni inquietantes, además de pasar la tarde: solo hubo un ligero problema, que ella quería cenar, y también conmigo, pero él no tanto, intentaba guardar el horario para poder gestionarlo mejor: yo entendía a los dos, pero, dijera lo que dijera, no iba a sentar bien: al final, nos quedamos e incluso quedamos para el día siguiente, para comer.
Durante toda la conversación ella estaba feliz, algo raro últimamente.
Y llegó el día siguiente y se puso un gran nublado en su vida: no tengo claro el motivo, él me dijo una cosa y ella otra, y yo, otra vez en medio, cosa que cada vez me mola menos, mucho menos
Ella lanzaba pullas a diestro y siniestro, incluso, alguna contra mi, y todo el rato así.
Entonces pensé que el "pobre chico, en este caso su pareja", lo que tiene que aguantar y sobre todo callar y yo me pregunté "¿a quién se lo contaría él?", A lo mejor es como yo, se queda en silencio y ya está.
No entiendo nada esos cambios de humor, y sobre todo, me parecen faltan las amenazas que hace, "tipo me voy yo sola con la niña", "voy a llamar a mis amigas", y lo que peor me sienta de todo es que, siempre que estamos o casi siempre y hay problemas, usa el móvil, habla con no sé quien, o se separa para hablar con su amiga: se dice que quien se separa tiene algo que esconcer.
No sé como estará hoy, ni se lo preguntaré, no quiero pensar que siempre que quedamos su pareja está enfadada y yo hago por no quedar, siempre que puedo.
En fin, ahora mismo, no tengo la impresión que vayan a estar juntos para toda su vida, ella misma lo ha dicho en muchas ocasiones, y según estaba ayer....casi mejor, ni quiero saberlo, tampoco sé cómo actuaria yo.

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