La vida es aquello que te pasa mientas haces otros planes y precisamente cuando haces otros planes es cuando te das cuenta que hay gente que piensa para ti para esos planes y otras veces, solo piensan en ti cuando no tiene con quien hacer planes.
Como ya conté con anterioridad, tanto el cartero como yo sabíamos que el amigo exzamorano, en teoría, estaba de vacaciones hasta el próximo dos de mayo, y, quizás él pensó que tanto el cartero como yo, quizás habríamos pensado en hacer planes con él o mejor dicho, para él, al igual que yo puedo pensar que si quiere él llamar para hacer algo, pues eso, que llame.
Asi que, ni uno ni otro hemos hecho planes para los demás, en absoluto. Pero, como esta ciudad es tan pequeña que yendo en coche de un lado a otro lado te puedes cruzar con gente eso pasó el otro día, y como siempre, por casualidad.
El cartero y yo veníamos de quedar con el amigo madrileño que había pasado por la ciudad y según dábamos vueltas por la ciudad, viendo obras, en un momento determinado vimos cruzar al amigo exzamorano, ¿de dónde y con quien venía? Eso no lo sabemos, si intuimos que iba hacia su casa por la hora que era, y la siguiente duda, ¿nos llamó, o mejor dicho, me llamó al día siguiente? La respuesta en este caso es no, casi, como era esperable.
Como siempre he dicho, él tiene siempre que tener la última palabra, él siempre tiene que estar hablando de lo que él quiere hablar, aunque no sepa de ciertas cosas, pero da igual, él habla.
Y sinceramente, desde que está menos en vida, a mi, me van mejor las cosas, cosa que a él no cuento ni a nadie, pero van muy bien. Ojalá siga así mucho tiempo.
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