Un día más sigue todo igual con mi nueva amiga, aunque, sinceramente, no sé ni como llamarla, la verdad.
Por suerte parece que sus días de gran subidon y proyectos, frases y demás historias, han dado paso a la tranquilidad, previo paso de algunas lágrimas, sin sentido, por una broma.
El otro día nos vimos, más que a escondidas en un lugar que nunca había estado, y casi, ayer mismo, en otro, que si había estado, pero solo había pasando corriendo.
Ella estaba de cumpleaños con bastante gente y después de preguntar varias veces, allí me presenté, algo rápido, de preguntas normales, pero ella estaba nerviosa, cruzando los brazos, hablando más rápido de lo debido...y yo me quería ir: y me fui hasta que me escribió un mensaje para decirme que había alguien conocido, una excompañera de facultad, que también conozco a su marido, pero allí no estaba.
Y por fin me fui, y sé que ella estaba feliz, como flotando, y se lo dije: ella, tan contenta, al menos, durante unas horas: si pudiera verla por un pequeño agujero, ahora estará en casa, con su familia, tal vez, viendo la tele o buscando algo que mandarme luego y esperar hasta mañana diga yo algo.
En fin, tengo ganas de acabar esta situación, pero no sé como y sin hacerla mucho daño, aunque yo sé que la dolerá bastante y no quiere tener "una vida normal"...y yo si.
No hay comentarios:
Publicar un comentario