Durante los últimos dos años, que yo sepa, un compañero ha ido a un bar antes de ir a trabajar, en las horas del recreo y alguna que otra tarde, y según él, algún que otro fin de semana
Y, después de este último curso en el que todos los jueves hemos ido a tomar café, tanto antes como después, estos dos últimos días que hemos coincidido en nuestro lugar de trabajo, le he dicho lo de siempre "¿un café?" y siempre se ha negado poniendo la misma excusa, "tengo que ir a casa".
El primer día, que tuvimos algo más de tiempo, si me contó que, a su hijo le había fichado otro equipo de otro lugar, que estaba contento, porque, era mejor equipo y mejores amigos para su hijo...y entonces fue cuando mi cabeza se puso a pensar: el dueño del bar es parte muy importante del equipo del colegio, y claro, si ahora, después de dos años, deja el equipo, para decírselo al del bar, casi mejor no decir nada, pero, es que, además, pensando otras cosillas, él este año ya no estará en ese centro de trabajo y fue cuando todo me cuadró: él, este curso, deja su puesto de trabajo, y claro, no es plan, ya que él ha dejado su puesto de trabajo, no va a estar todas las tardes allí, si no va por la mañana, como para ir por la tarde, y como no le gusta dar explicaciones, mejor no ir que ir y tener que hablar...
En fin, esa es la historia que yo me he inventado para intentar justificar los motivos para no ir al bar de siempre....o eso, o ¿casualidad?
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