El otro día perdió la selección española de fútbol contra Italia, con lo cual, España, pudo llegar hasta las semifinales y se acabó la participación en este torneo.
Desde el momento en que pitó el final del partido del árbitro, casi todos los periodistas dijeron las alabanzas del equipo, del entrenador y que, dentro de nada, hay otro torneo y pude haber buenos mimbres para "volver a ganar": no hay un solo líder, y si buenos jugadores, que han llegado hasta ese lugar, incluso el entrenador, alabó a un jugador de 18 años, como una gran promesa.
Todo eso, lo puedo aceptar, y el que quiera que lo acepte.
Se supone que siempre hay que luchar por llegar lo más lejos posible, y se supone que, en cada partido, hay que intentar ganar a los otros, y si, mucha posesión y pocas ocasiones y pocos goles, sobre todo, cuando son necesarios. Que España se va sin perder ningún partido, también, pero, que, cuando ha sido necesario, no lo lograron.
Y lo último, pero no menos importante: en la anterior ronda de pentais, el selección dijo que estaba muy tranquilo, porque él, ya no podía hacer nada, y se empezó comentar que todos los entrenamientos acababan con una ronda de penaltis, la tranquilidad con lo que lo hacían, que él confiaba en ellos...pues bien, ayer no debió de salir nada: fallaron dos jugadores, y alguien me dirá, "todos podemos fallar", claro, pero ellos son profesionales y entrenan para no fallar, como se suele decir, "al menos que vaya a puerta y vaya fuerte"...pues, ni una cosa ni otra.
En breve, nos centraremos en los Juegos Olímpicos y en esas medallas que solo valoramos cada cuatro años y de deportes que no sabremos nada de ellos hasta entonces, eso si, cuando juegue el fútbol y el baloncesto, será otra historia, como no va el mejor jugador de todos los tiempos del tenis....
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