Durante esta semana he estado más o menos mandando mensajes con la que fue "mi nueva ilusión", para saber que todo sigue igual y seguirá igual, es decir, que no toma, ni tomará decisiones.
Lo primero de lo que hablamos es sobre su futuro puesto de trabajo, sus más horas en diferentes centros, eso, la descuadra a ella, descuadra a su centro y descuadra, un poco su vida, aunque, yo creo que tendría una opción, que no la he dicho,aún.
Ella avisó a su jefe para comentar su posibles nuevos destinos, eso, descuadró su horario profesional, y, sin saber cuando estará o cuando no estará, todo son dudas: yo la he comentado que, hasta octubre, quizás, no tenga la decisión definitiva, ni firmado nada, pero, ella, espera que sea antes, eso si, si no se presenta en el centro, será complicado cuadrarlo, y no sabe qué hacer.
Después la hice preguntas de amigos suyos y míos, con sentido para mi, pero no para ella: si me sorprendió que ella no invitará a su boda a un amigo muy amigo, y claro, él no la invitó a ella a la minicelebración, que ella sabe, y no sé porqué lo sabe. En mi cabeza, como digo, todo tenía sentido, y como no hizo preguntas, no se lo expliqué.
Y la tercera pata, era su situación personal, con dos simples preguntas, ¿has pensado algo? Respuesta esperada, no, y ya que él lo sabe, ¿ha cambiado algo? Y respuesta esperada, no, aunque lo sepa no ha hecho nada...
Y todo eso, yo lo sabía, no quiere pensar porque sabe que no tiene solución y lo menos malo, es dejar pasar los días, como si no pasara nada, si estoy mal, pues ya se pasará y si no se pasa, todo puede seguir igual, y nadie sabrá nada, solo, en teoría yo, y quizás, esa amiga con la que se desahoga...o eso dice.
Lo último, por hoy, quiero ver como nos tratamos cuando trabajemos juntos...
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