Para muchas personas el mes de septiembre es el mes de volver a trabajar, asi que, la que "fue mi nueva ilusión " y yo, hemos vuelto a ello.
Parecía que nuestros caminos se iban a junta, al menos, estar en el mismo centro de trabajo un día, pero, de repente, todo, se ha venido abajo. Al centro, que si le consta eso, pero, no le cuadra para nada: solución salomónica, "recular" y que ella se quede solo donde está y yo, con lo mío: yo sé que ella está algo decepcionada, pero, intuyo, que salir de su zona de confort, tampoco la iba demasiado, de momento, por dinero, no será.
Como ya he contado muchas veces, nuestras horas de mensajes acaban hacia las 17 horas, y, por lo tanto, solo tenemos las mañanas: las mañanas, ambos, las pasamos entre reuniones, o al menos eso decimos, pero, no creo que tanto ella como yo, no tengamos un minuto para un famoso buenos días o que tal, cualquier tontería, pero, como siempre, o como me imaginé, ese primer mensaje por su parte nunca llega, casi siempre, soy yo el que inicia esas "conversaciones", pero, también el que las termina, a eso de las 16 horas, cuando, supuestamente, ella estará un rato libre.
Pero, como me conozco y no me gusta ciertas situaciones, no siempre voy a llevar yo la iniciativa, y si ella lo cree así, está muy equivocada. Próximamente, solo escribiré cuando ella escriba y si no lo hace, yo, a mis cosas...y creo que la he dejado, bastante claro que la hora de terminar todo, no son las 17, si no las 16...y yo, a mis cosas, que es lo que me importa.
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