El pasado fin de semana se acercó a la ciudad el amigo exzamorano, con ideas claras, pero que le salieron un poco, bastante mal.
Para empezar quería quedar el sábado por la tarde, según él, a la hora del café, y no propuso nada más. El amigo cartero, estaba fuera de la ciudad, mientras tanto, yo, tenia otros muchos planes y a él, parece que no le agradaron bastante, asi que, yo, hice mis cosas y él, las suyas.
Al día siguiente, le propuse quedar para tomar café, pero, ese café tenía una pequeña trampa que él nunca se espero. Lo normal hubiera sido hablar de trabajo, mejor dicho, hablar de su trabajo y sus problemas, que siempre problemas que solucionar, pero no: durante casi cuarenta minutos estuve haciendo preguntas sobre mi examigo madrileño, y claro, él se molestaba porque muchas de ellas, no quería contestar o no las sabía. Pero, casualidades de la vida, este mismo examigo le escribió para dentro de un par de semanas quedar por su localidad, y él, no quiso contestar, pero, lo haría afirmativamente..
Y es que, con mis preguntas supe que, ha estado varias veces en Madrid y en su casa: han pensado en vacaciones, en viajes, en cosas juntos y todas esas cosas, no me las han contado, y como siempre dice, "un día tenéis que quedar y hablar", y yo, lo haría sin problemas, pero, si en diez años no ha hecho, menos lo hará a partir de ahora, y yo, tan contento con mis cosas.
Como de otros amigos, hay cosas que no me gustaban, y eso, que me quede callado, es lo mejor. Ahora es diferente, porque, aquellas personas que no me aportan, prefiero no estar con ellas y si tengo que estar solo haciendo cosas, las hago, y si no, pues hago otras.
Sé que para algunos amigos, particularmente el amigo exzamorano, se pica bastante por eso, por hacer cosas sin pensar en los demás, pero, el solo piensa en si mismo y no en hacer cosas con los demás...es decir, lo mismo que hago yo...
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