La semana pasada quedé con el amigo escultor para ver la evolución de lo que tenemos entre manos y hay cosas que me han sorprendido.
La primera de ellas que cierta máquina que él criticó le ha quitado casi un mes de trabajo o algo más, perfilando perfectamente lo que tiene entre manos: ahora a él le queda perfilar cosas como las manos, la cara y otros elementos del dicha escultura.
Lo segundo y que puede ser más preocupante para mi, creo que, aunque me diga que tiene proyectos y presupuestos, después de terminar esa escultura no sé que hará ni que le propondrá.
En principio, desde el año pasado o algo más, tiene dos cosas pendientes con entidades públicas, que, pasado este tiempo post- elecciones, pensé que le dirían algo, pero, parece ser que de momento no.
Eso si, en una academia y por dentro, siguen queriendo hacer cosas, pero cosas que no se ven por fuera, sino, quien entra, eso, lo ve y no hacia el exterior.
Y si, en un mes y pico, dicha escultura tiene que estar colocada en un sitio y estoy seguro que la irá a ver con mucha gente, explicará que le hubiera gustado hacer qué hubiera cambiado y sí, el quiere estar el día que hagan las cosas bonitas...pero para eso aún queda un poco de tiempo...jejeje.
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