Suelo ir a un sitio donde me suele atender una señorita bastante agradable y nos hemos llevado bastante bien durante bastante tiempo: nos hemos gastado las bromas, nos hemos reido, e incluso, alguna vez he pedido cosas y "por falta de tiempo" no me las ha dado, pero daba igual, la decía "mañana ya me lo darás"...
Hace un mes, más o menos, me decía que la habían cambiado el horario, por un lado, reducido, y por otro lado,un poco más partido de loque ya lo tenía: a ella le parecía raro, pero lo había aceptado (no quedaba otra)
Hace unos días pasaba por alli y aunque estaba constipada y rara, e incluso con los ojos un poco vidriosos, me puso lo que yo quería y la dije "que tal todo" y me dijo "ahora te cuento": cuando tuvo unos segundos me decía, "este es mi último día", las cosas han cambiado un poco y hoy termino: yo la pregunté si el negocio iba mal y ella me dijo que no, que sus propietarios se habían metido en algo grande y que estaban debiendo mucho dinero, asi que, no quedaba otra que entre la familia llevar el negocio como fuera y que ella "un sueldo prescindible": me quedé de piedra, que alguien de repente me diga que es su último día me dejo de bajón absoluto pero ya no había vuelta de hoja, ni marcha atrás: le había ofrecido algo, pero sin contrato ni nada, y a ella, eso no la convencía y no sabía lo que iba hacer,de momento, nada.
En fin, igual que dicen lo llaman crisis y no lo es, esta vez es más cierto que nunca. Si se han metido en un gran follón de dinero, es fastidiado despedir a alguien para no ahogarse más: habría que escuchar la otra parte, pero, no lo haré, ni preguntaré por ella, en este caso, para mi, no se lo merece...
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