Después de tres semanas casi sin ver a la amiga exsoriana y una semana casi después de su cumpleaños, me invitaron a tomar un café a su casa, bueno, me invitó ella, ya que, su marido, como casi siempre, no sabía nada, yo llamé y allí me presenté.
El rato que estuvimos,lo pasamos bien, pero, es cierto, que yo no actué bien del todo: la amiga exsoriana,se está sometiendo a una estricta dieta, no me dijo de qué ni con quien, ni sobre todo, si toma algo no no, aparte de lo que tenga que comer, y, según ella, y su pareja, si que había bajado de peso, y si me hubiera fijado bien, es cierto que ha bajado, sobre todo de "barriga", pero, de momento, de cara, yo no se lo vi: y es por eso, que, desde ese momento, la actitud de la exsoriana cambio, hablaba menos, metía pullas queriendo, y como estaba disgustada, se puso a comer pan tostado "eso no engorda" decía a la vez que, "tenía más hambre".
Otra cosa que metí la pata fue cuando me comentó que la enana ya no iba a una de las actividades que fue durante el primer trimestre, su "excusa", "no aprende nada y va ella sola" y eso lo dijo porque yo pregunté el motivo...creo que tampoco tenia que haberlo hecho.
Y llegó la hora de irse: ellos habían quedado con otras personas y yo, de momento con nadie, pero quería ver un rato el centro de la ciudad.
Y por la noche, me quedé con la sensación de que mi amiga no estaría contenta conmigo:por cierto, que hoy, una vez más, estará con su amiga de Madrid de fiesta por la ciudad, y el marido, como siempre, callado, que se lo pase bien: ya me dijo que si estuviera por algún lado, que la avisará, creo que no sea al revés, no se dará el caso.
Asi que, de alguna forma, tengo que cambiar esa forma de actuar con el resto de personas, aunque pueda pensar otra cosa, solo decir lo que la gente quiera escuchar...
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