Y esa misma tarde- noche, un poco raro, la verdad, el amigo cartero me llamó para ir a cenar donde casi siempre, y dije que si ,aunque estuviera haciendo cosas que no dije donde ni con quien.
Y digo que fue un poco raro que me llamara pero luego entendí el motivo: hasta hace unas semanas, el amigo cartero estaba en unas clases de pintura, que de momento ha dejado, no así las de música, que sigue con ella, y esa tarde, había ido con un compañero de trabajo no habitual, para ver coches ya que quiere comprarse otro coche, y él, que a veces mira esas cosas,pero, sin tomar muchas decisiones, le quiso acompañar esta tarde.
Una vez quedamos en el lugar indicado, después de tener que esperar hasta que él aparcó, me contó lo que había hecho y me dijo lo de los coches: en el bar no estaban detrás de la barra los de siempre, si no, al menos, otra persona, y tardaron bastante en servir: pedimos lo de siempre, pero, tardaron más de lo debido y él, sin decir nada, pero diciendo todo,comentó que su canapé, no estaba como siempre, pero se lo comió, y las patatas, pues algo parecido...no muy buenas, según él.
Después yo quería una croqueta y fuimos al bar de enfrente: y nos tomamos algo y la croqueta, una vez más, comentó, que estaba algo fría, la mía, perfecta, pero, como digo, en temas de comida, casi siempre tiene algo que decir...
No tengo claro si los próximos viernes llamará para hacer algo, el otro día, se dieron todas las circunstancias para quedar, el resto, dependerá de muchas otras cosas...
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