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viernes, 16 de marzo de 2007

Una tarde diferente.

Yo creo que en alguna ocasión nos hemos dado cuenta de que la cosa no iba bien. Hoy ha sido un día de esos. La verdad que la he visto como siempre, es decir, poco cariñosa, muy amable, pero con pocas ganas de hablar. Tiene la vida resuelta, ya tiene su trabajo, tiene su piso y una familia que la quiere un montón, y yo creo que también un novio. Yo soy el chico que conoció en el Ponce y que nos llevamos, simplemente bien, ya llevamos dos cafés juntos y nada. Al final, yo me voy con la sensación, algo triste, de que algo no estoy haciendo bien, no sé el que, pero bueno, al menos ya ha pasado, es decir, que esta situación no creo que se repita en el tiempo, al menos, no por mi parte, si quiere quedar, que sea ella, la que llame, la que ponga la hora, el día.. y todo eso. Yo ya pasó. De hecho, yo no he sido el que la llama, si no ella, también es cierto, que tarde o no, pero la contesto a lo que me pregunta. No se la ve feliz, porque en la actualidad no es feliz en su trabajo, pero yo, ahora mismo yo, no puedo hacer nada, y tampoco quiero hacer nada.
Toca oposición y más en serio que nunca y con los mismos miedos de siempre y tal vez, al final, y solo al final, con la misma decepción de siempre que solo tengo que mantener en el tiempo con lo que me digan mis señores padres: " te lo dije"... espero tener algo de suerte.

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