Los martes vuelven a ser unos martes un poco locos: tengo el horario completo y aún tenemos que negociar ciertas horas y me toca patio y llaves: desconocía que es eso de las llaves, pero resulta que este año al haber más puertas por donde entrar, hay más puertas que abrir, y dicen que cómo soy el que más cerca está de las llaves, que están en la sala de profesores, pues que me ocupe de ellas, es decir, de abrir y cerrar puertas cuando sea el patio, no sé si quiero, pero tampoco sé si hay elección para decir que no.
No solo eso: mi compañera nueva me quiere hablar y contar cosas de niños que no conozco y de profesores que no me interesa, y además, tengo que ir corriendo a las clases y no hay tiempo material para hablar con nadie de nada.
Además, para rematar más la faena, los jueves tenemos un nuevo cambio de horario, ya que recogemos a los niños en la puerta de otra clase para poder llevarles directamente hasta nuestra clase, es un lio y no sé como saldrá, más aún cuando sepan que dentro de unos jueves faltaré.
110. Sigo viva y adicta al choco:)
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Soy lo peor, hace semanas (¿qué digo semanas? ¡Meses! ¿Qué digo meses?
¡Años!) que no escribo aquí y ni he dicho nada. En fin, que ahora podéis
encontrarme...
Hace 11 años
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