El pasado sábado por la noche, el amigo cartero me comenta, cuando me está dejando al lado de mi casa, que quizás, pronto, tenga que dejar algún vehículo en mi garaje: como hace él en estos casos, le pongo "condiciones o peros" y él no dice nada más. Me puedo imaginar que esperaba que yo le dijera, "vale, cuando quieras", pero, cuando él ha ido, yo ya he ido y venido.
La historia se repite ciclicamente: a él, no le gusta dejar sus vehículos fuera de su garaje, lleva desde hace años aparcando en garajes, que, por un lado, lo veo bastante normal y ahora me puedo imaginar que iban a limpiar su garaje, y él, que solo tiene una plaza de garaje para tres vehículos, me puedo creer que, el coche, ya que, está todo el día fuera, pero, el problema son los otros dos vehículos: en alguna ocasión si que le he dejado meter algún vehículo en una de mis plazas, pero, mi sorpresa llegó una vez cuando yo se lo pedí a él: su respuesta fue vaga e imprecisa "me viene mal" y desde aquel me viene mal, yo opto por lo mismo: respuestas vagas y sin decir nada, literalmente, como hace él.
Y es que, él lo tiene fácil: un familiar suyo tiene en un garaje un vehículo, en ese mismo garaje, en otro lugar, se pueden guardar sus otros vehículos, pero, es más fácil, pedírmelo a mí, o sé que en alguna ocasión me lo ha contado casi sin querer, "se lo llevó hasta el garaje del amigo de las ambulancias".
Como era semi- esperable, ni me ha llamado ni espero que me llame para preguntarme "si puede dejar sus vehículos en mi garaje..."
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