Desde el pasado lunes, más o menos, decidí esperar a que ella me escribiera, aunque fuera para nada, ya que, casi siempre, el que inicia las conversaciones matutinas, y también las de la tarde.
Asi que, como el lunes suelo estar bastante liado y no quiero mirar el móvil con gente delante, el martes hice algo parecido, y yo creo que el miércoles hice todo lo que pude para que pasara lo mismo.
Que conste que no me costó, la verdad, si que miré el móvil, pero como estaba ocupado, no hice mucha intención de escribir nada, y si, lo logré.
Hasta eso de la una de la tarde ella, un poco sorprendida, porque yo no decía nada en toda la mañana y si, estaba ocupado, y ella, al parecer también, y no di muchas más explicaciones.
Si que me sorprendió, porqué no me lo había dicho que se quedaba hasta las tres de la tarde en el colegio, creo que esas cosas se cuentan antes, y si, me acordaría si me lo hubiera dicho. Un día más, la costaba hablar de cosas, la pregunté por su tarde anterior y me contó cosas, que, una vez más, no me había dicho: su vecino le había dado ropa para su sobrino y no quería hablar más del tema.
Otra sorpresa, por la tarde, ayer, tenia masajista, y si, a mis pensamientos si que se vinieron algo así como "podría ir a verla, donde fuera", pero, como siempre, sin saber hora, ni lugar, ni si iría acompañada...y si ella no pone algo de su parte...sería todo bastante complicado, y como siempre, ella, ni lo intentó y yo, a mis cosas.
Creo que estamos cayendo en la rutina ambos, pocos mensajes, nada de sorpresas y sobre todo, cada uno a lo suyo...y de vernos, nada de nada...
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