Lo he vuelto hacer, he vuelto a conseguir otro fin de semana muy tranquilo y relajado, haciendo lo que me pedía el cuerpo en cada momento y logrando hacer todo aquello que me apetecía hacer, esa es la cuestión.
El sábado tocaba carera matutina y fue bastante bien y el domingo, logrando bajar unos segundos esa pequeña marca, por decir algo, pero todo bien.
El sábado por la tarde me acerqué hasta el pueblo del amigo cartero, donde si, en el camino pasé un poco de frio, esa es la verdad, pero bueno, me apetecía, asi que, allí estuve: que conste que muchos avances no vi y me sorprendió su nueva habitación: sinceramente, ha pensando más en lo barato que en hacer una habitación digamos que normal, con lo cual, para mi gusto, la habitación ha quedado bastante raquítica, desde la cama, hasta el armario, pero no dije nada, ni bien ni mal, ni yo hubiera hecho.
Un detalle, el viernes el cartero y el amigo exzamorano habían quedado para tomar algo, y a mi, el horario, no me cuadra, asi que, de regreso a la ciudad el sábado, le propuse quedar: el cartero, como no le interesaba, dijo que no podía, y el exzamorano si que le apetecía: tomamos algo, dimos vuelta y cada uno para su casa, o mejor dicho, yo a mis recados y él a sus cosas.
El domingo, pequeña celebración familiar, regalo de chocolate con el amigo cartero y para mi casa.
Como digo, todo un fin de semana, casi pensando y casi perfecto.
Por último, la "nueva ilusión, solo me pudo escribir el sábado por la mañana: me enteré entonces de que, esos sábados es cuando va a la carnicería, pero, como no me lo dice, por lo tanto, no puedo pensar ni siquiera en aparecer por alli, eso si, ya no me escribió nada más en todo el día, pero, de esa sensación, hablaré mañana...
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