Cuando uno tiene mucho tiempo libre se imagina cosas qué hacen o harán los demás y cuál puede ser su respuesta en cada situación, y a veces se falla y otras no.
El sábado pasado, para mi sorpresa, él se fue por la mañana con la moto y por la tarde, ya no le apetecía, eso si, quería coger su coche nuevo e ir hacer unos kilómetros. Solo me surgió la duda de si por la mañana fue solo o acompañado.
Según pasaban los días de mis vacaciones, no coincidíamos en lugares, pero si por teléfono, aunque a horas un poco raras, sobre todo, cuando un día le propuse una cosa y él, aún estaba llegando a casa, super- sorprendente: como siempre no dijo nada, pero quizás ese día había quedado con alguien y no me lo quiso decir, suele pasar.
Ese mismo día hablamos del día siguiente: la semana anterior él se fue a su pueblo, simplemente a regar, eso dijo, y el último día de trabajo, él hizo lo que suele hacer: no decir nada, ni qué hacía, ni donde pensaba ir, y yo, tampoco le dije nada, si él no le da la gana decir nada a mí, tampoco.
El caso es que, como lo conozco mucho, llegando al día que estamos, es probable que quiera ir a dar una vuelta juntos, pero, yo, en este caso tengo plan b, que como suele ser, es hacer mis cosas, como las hace él, sin decir nada ir donde quiera y cuando quiera, sin depender de nadie, y puedo casi saber su "expresión de cara rara", sin decir nada, pero diciéndolo todo, sobre todo, si como parece vendrá algún amigo más de fuera, en ese caso, se verá al verdadero amigo cartero....
No hay comentarios:
Publicar un comentario