En la mañana de ayer, después de hacer mi típica ruta deportiva, coincidí con el amigo cartero, su expareja y el marido de esta en el mismo espacio, en este caso, en una terraza de un bar al lado de nuestra casa.
Como ya conté, él no me ha llamado para hacer nada, o algo, durante estos días de fiesta, ni yo, esta vez, tampoco: sé que su iniciativa en nula y que, como mucho, me dirá, pues te iba a llamar, para luego, nunca llamar, solo quedar en eso, intención y poca o nula iniciativa.
El caso es que, me acerqué hasta donde estaban y me puse a bromear con el café y demás elementos que tenía en su mesa, e incluso me puse a bromear con la posibilidad de que nos invitará a los tres que estábamos allí de pie. Como le conozco, sé que a él no le gusta ese tipo de bromas, no está agusto con mi presencia, y los otros dos, si les invitaba, a lo mejor, se hubieran sentado para hablar con él de cosas, pero, él enseñó las monedas que tenía en su mano y pensando, "no, no os voy a invitar y no hay nada más de qué hablar", y yo, rápidamente dije que tenía prisa y esperaba visita y me fui.
Por un momento, pensé que por la tarde, quizás él me llamaría para o dar una vuelta en moto o dar una vuelta en su coche e ir algún lado, o una opción más chula, que me hubiera dicho de ir a su casa para ver el partido del nuestro equipo y luego, si eso, hacer algo...pero yo hice lo mío: algo de deporte y luego, como era esperable, no tenía ningún mensaje por su parte, ni partido, ni vuelta en moto ni coche...¿novedad? La verdad que no.
Por mi parte, por suerte, estoy consiguiendo lo que quería, me está costando, pero lo estoy consiguiendo, el tiempo, cada vez más, me da la razón...
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