Las cosas de la vida de "mi nueva ilusión" son ciclos: normalidad, viajes, comidas y cenas con sus amigos y al cabo de un tiempo, discursión y para ella gran bajón, al menos, eso es lo que me dice.
Pasan los días y ella misma me dice que su situación es la misma, que no puede hacer nada, aunque, en este caso, eso de "no tengo ganas de nada" o "cada vez aguanto menos", me dio un poco qué pensar, a la vez, sabiendo que no hará nada, por su ser menor, como muchas veces me ha dicho.
Y mañana llega un fin de semana, de silencio absoluto, de no saber nada el uno del otro, y del que yo me tendré que creer que ellos, ella, está mal.
Por cierto, en este caso, con cierta intención, he preguntado, o al menos sugerido, el motivo de esta discursión, y no me lo ha querido decir, he preguntado si fue de repente o ha sido progresivo y ella, me dijo, viene del día anterior, algo pasó el día anterior y salto ese día, ¿el qué? Nunca me lo dirá, lo sé.
Yo ya la he dicho que no puedo hacer nada, cosas que es cierta, además, sabía que esto cualquier día me lo iba a decir, y por supuesto, no sabré el motivo.
Por último, es probable que, cuando hable o me escriba con ella el lunes, me dirá lo de siempre, normalidad, sin contar nada, y yo, haré lo de siempre y con las mismas palabras de siempre, con un pero, aunque yo esté muy contento, ni ella ni nadie, me lo notará....
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