Ha pasado una semana desde que tomé un mini café rápido, creo, con la persona que fue mi última ilusión.
Como era esperable, entre nosotros, solo hubo los típicos mensajes después del café, incluido que cuando yo la escribo un mensaje y ella está acompañada, no dice nada, es más, hasta bastante horas después no contesta y me entero que el café no existió y los regalos que la di, para esa otra persona, tampoco: pero mi pensamiento va más allá y puede ser que esos regalos, como otros tantos, acaben guardados y escondidos en algún lugar de su casa, sin que ella se lo enseñe a nadie ni pueda comentarlos con nadie, solo, a mi, darme las gracias y poco más.
Así que, pasado este tiempo "prudencial", una vez más, sé que si yo no escribo, ella no dirá nada, siempre ha sido así, pero, si pensé en dos cosas: la primera, enviarla un mensaje mañana jueves, con el típico, espero que todo bien, a horas que puede que ni contesté hasta el día siguiente, porque estaría acompañada, pero ¿para qué? Sinceramente, para nada, y luego pensé el plan b, que sería para hoy mismo llamada incluida camino de recoger mi vehículo, aunque, tampoco lo veo, ya que hablaríamos de lo de siempre: que tal, voy mejorando, tu que tal, todo normal como siempre y a partir de esas dos frases, la nada, quizás, sus dudas de porqué la estoy llamando y yo, el no sabe qué decir, con lo cual, casi mejor no llamar.
Porque, estamos en ese momento de irnos separarnos poco a poco, en silencio, cada uno con su camino, yo, sabiendo que ella tiene y tendrá eventos varios con su ser menor y puede que más cosas que no me pueda contar y ella, por mi parte, no sabrá absolutamente nada, ni por los estados, ni por mi mismo, porque ella, conmigo, no es de llamar, ni mucho menos...asi que, aunque me cueste, me toca aguantar en silencio, sin hacer nada, sin pensar en nada sobre ella y haciendo mis cosas, sabiendo que, la separación temporal, cada vez, será mayor y no tengo nada más que hacer...
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