Esta semana ha regresado un compañero que ha estado de baja por paternidad las últimas semanas. Durante esas semanas si que he mantenido cierto contacto con él y para mi sorpresa, hace una semana, junto con su pareja fuimos a "tomar algo y terminar cenando".
Mi compañero de lo que sé, tiene una historia curiosa, aunque no la sé del todo. Durante muchos años estuvo trabajando en algo ajeno a la educación, y al parece estudiaba a distancia la carrera, aprobar una oposición e ir encadenando trabajos, al menos dos o tres años en lugares donde normalmente su especialidad no es habitual, y a él, unos sitios le han gustado más que otros, con un detalle, siempre cerca de su domicilio.
Cuenta la leyenda que, cuanto antes obtengas plaza, antes puedes acercarte a tu lugar donde vives, pero él no cree mucho en eso y sigue pidiendo lo mínimo, y de momento le dan cosas provisionales cerca.
Creo que hace cosas muy bien, la verdad, pero, los años que le toque estar en un mismo centro, siendo uno más, le costará, y además por su "capacidad de trabajo".
Y es que el otro día hablando de las horas que habrá que hacer las últimas semanas, él, a mí, y supongo que a otras personas que "él iría las horas justas" y yo solo puse, creo, cara de sorpresa, y él diciendo "lo normal".
Hubo una reunión, donde se pidió colaboración para hacer una serie de cosas y yo, es casi imposible que esté, y se lo dije a él: sus frases fueron, claro que lo hago, y luego preguntas ¿cuánto se tarda? ¿no se puede hacer en casa? A la primera pregunta dije que no lo sabía y a la segunda, que no, que en casa imposible...
Así que, una vez más, me tengo que callar la cantidad de cosas que no puedo decir, relacionadas con el trabajo, horas y demás, sinceramente, prefiero callarme, hacer mi trabajo lo mejor posible y luego seguir con mi vida, eso si, esas personas, para mi, dejan mucho que desear...
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