960 Un sábado diferente

El no saber que hacer un sábado por la noche hace que uno haga cosas raras: primero, por la mañana mandé un sms a una antigua camarera de un bar que hace mucho tiempo que no veo: no contestó (borraré su móvil en breve), por la tarde me dijeron que tenía que comprar unas cosas y a un enorme centro comercial fuimos, la otra opción era ir a ver cantar a un grupo musical de la que hace años no sé nada de ella: el caso es que fuimos a un centro comercial y saliendo de allí nos volvieron a llamar un amigo y su nueva novia y estuvimos los cuatro cenando tranquilamente: por cierto, ella acaba de conocer a sus suegros, y estaba entre algo nerviosa: las dos veces que se fue al servicio, nuestro amigo nos contó la escena que todo empezó como una broma y luego se convirtió en realidad: él nos dijo que tal vez dentro de dos años se casen, o antes, tal vez en tres meses ya estén pasando por el juzgado: yo creo que todo esto lo dice sin reflexionar, sin pensar realmente lo que dice, aunque, tal vez, con las ganas que tiene de casarse y de tener pareja estable, lo haga: o tal vez, dentro de unos meses, nos diga "lo hemos dejado": él es así.