El pasado sábado tarde, sorprendentemente estuve durante varios minutos/horas escribiendo mensajes con mi amiga la rubia, aquella compañera que coincidí hace años en un colegio y que con el tiempo ha seguido, más o menos la amistad.
En los sms me decía que por qué no me había apuntado a cursos o que por donde me metía para ir a trabajar y es que, literalmente, pasaba por delante de la puerta de su colegio el día que voy al colegio de cerca, en eso quedaron los sms
El caso es que sin quedar y sin nada, a la hora más o menos indicada y en el lugar más o menos indicado, ella apareció en la moto de su chico, con el famoso casco azul, que la distingue y al vernos, además de darnos un pequeño abrazo y dos besos normales, me dijo "que delgado estas!" La conversación fue como siempre, algo de colegio, niños y futuro no claro de donde estaremos el próximo año.
Y si, me hizo ilusión hablar un rato con ella: yo creo que ninguno de los dos quiere dar el paso de tomar un café, no nos apetece mucho, pero, saber que estamos vivos y que "nos acordamos uno de otro" es suficiente.
La duda es, ¿nos volveremos a ver otro martes? Quién sabe!!!!
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