Irse uno a vivir solo implica que no haya nadie, sobre todo los fines de semana.
El pasado fin de semana estuvo por aquí el madrileño, además, yo tenía carrera, asi que, digamos estaba entre liado y contento por ver a los amigos, pero este pasado fin de semana, como dice el refrán, visperas de mucho, fiestas de nada, no tenía nada previsto.
Empezaré contando que el jueves me dijo el cartero que al día siguiente él tenía ensayo y que luego se podría tomar algo: la cosa se complícó por que, según siempre él, el ensayo fue más tarde y luego se irían a tomar algo, aún así me enviaba un sms diciendo que si no iban me avisaba; no avisó, o sea que tomaria algo: Al día siguiente él me enviaba un sms para intentar quedar antes de irme yo de boda y ya le contesté más tarde, pero le decía que no podía ya y que si quería algo más por la tarde - noche, pero sin concretar hora, yo no sabía a que hora venía: el caso es que él sí me llamo, pero más tarde de lo debido.
La boda estuvo bien, no son como antes, que "eran un poco bestias" o eso decían, pero todo bien y tranquilo.
Y el domingo el cartero me escribía diciéndome tomar algo a cierta hora: le dije que iría si él estaba, y de repente se puso a llover asi que, me tocó entrar en el bar, aún sin estar y esperarlo dentro: hablamos de cosas no muy importantes y algo de la tarde: en principio el se iba a su casa a hacer cosas (como siempre, pero luego siempre le surjen planes y no hace nada en su casa) y es su plan de los domingos, no sabía si vería el fútbol o no: yo lo dudé bastante tiempo y así fue.
En fin, que no he visto a mis amigos ni amigas durante el fin de semana, es raro, pero así es: luego entre semana me llamaran para quedar, en fin, me tendré que acostumbrar a esto, sé que muchos no aguantarían y buscan algo más allá en su vida: yo de momento, lo llevo bien y soy feliz...
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