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sábado, 23 de junio de 2018

2459 Y cuando dar información...

Durante muchos años uno de mis principales confidentes de cosas no importantes fue el conserje del colegio, que ahora es amigo: todo empezó como broma, pero, poco a poco, nos fuimos conociendo y contando cosas que, quizás a otras personas no se lo contaría.
Ahora, este empleado ya no es tal para mi, quiero decir, no compartimos espacio laboral juntos, pero, de momento, seguimos manteniendo un contacto cordial, hablando de cosas no importantes para ninguno de los dos, y si hay que hablar de cosas importantes, pues también se habla.
El caso es que, en un momento determinado yo decidí callarme cosas sobre el trabajo, que sabía y que no sabía si él lo sabía, lo podía imaginar por sus comentarios, pero, no del todo.
Asi fue pasando el tiempo, yo, con mis secretos y él, cada vez más, abriéndose contando cosas que no se suelen contar y ahora, que estoy fuera todavía más aún: lo primero de todos son sus funciones: por que él quiere y desea, colabora con el colegio más que la persona que ahora mismo lo está sustituyendo, ni bien ni mal, el sustituto hace sus funciones, el otro más de las que debe, pero, como el centro quiere, en principio no pasa nada: si los responsables finales lo supieran, no sé si estarían tan deacuerdo.
Además, eso lo sé desde el curso pasado, el tiene un chat con otras dos personas del centro, no es malo, pero en breve uno de ellos se convertirá en director, con todas las cosas buenas y malas, cuando, esa misma persona él dijo que no quería ese puesto...
Y para rematar la circunstancia, él mismo me ha dicho que sigue manteniendo contacto con los equipos de directores anteriores, que lo han ido a visitar a su casa en esos momentos y varias veces me ha hablado de una persona que estuvo y yo sé que ahora vuelve, pero, eso él, todavía no me lo ha dicho.
Y supongo que como yo sé todo eso, no todo el mundo tiene por qué saberlo, cuando hablo con alguno de los conserjes del mismo, cuido mucho mis palabras, y sobre todo, escucho mucho, y sé de qué pie cojea cada uno, como siempre pienso y digo, escuchar, es mucho más importante que hablar, pero, la gente, parece, que no acaba de entenderlo del todo.

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