Hace unos dos meses estaba ya más que decidido a dejar de ir a carreras con dorsal, por motivos varios, sobre todo uno de no querer madrugar para casi todas las carreras, aunque, el gustanillo siempre está, pero, me apetecía correr, sin prisas y como siempre para pasármelo bien
Tuve la oportunidad de intentar ir a una, para mi de las míticas y me pude inscribir, incluso registrando marca, para poder ir y venir a mi ciudad, pero, de momento, todo eso, no es posible.
Y en las últimas dos semanas me he apuntado a carreras a las que, una fui a verla y otra fui...casi inesperadamente: me presenté allí, con un dorsal equivocado, conseguí el mío, y fruto de esa casualidad hizo que coincidiera con la persona que me metió el gusanillo en esto de correr, y ya no pensé más, estuve con él, hablé con él, me quedé con él, y tengo la fortuna de tener esa última foto con él, ya no corriendo, sino, terminando de correr, apagando el móvil, con paso firme, sin mirarnos, pero felices de quizás, ambos, haber corrido juntos por última vez, no lo dijimos, yo sí lo pensé, el supongo que no, tienes tres retos por delante, muy chulos, pero yo ya no estaré allí....
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