Cuando terminó el Mundial, rápidamente el nuevo presidente buscaba su "tercer entrenador"; el primero lo fichó el Madrid, el sustituto hizo lo que pudo y el actual debía ilusionar a todo el mundo, jugadores, periodistas y aficionados.
Los primero, como siempre lo apoyan, los segundo lo miran con recelo, sobre todo, cuando se sabe que no concede entrevistas personales y solo da ruedas de prensa obligatorias y los terceros, pues como los resultados, sin funciona, es perfecto y si no, pues mal, sobre todo, con su trayectoria.
La cosa empezó bien, e incluso, en esta última convocatoria llevó a un jugador que según dicen está en un muy buen momento, pero, de repente, casi, dos tropiezos hicieron que en este caso no nos hayamos clasificado para jugar un algo nuevo al final de las temporadas, y es que, las clasificadas tampoco son muy importantes, pero España, la selección no estará.
El entrenador dice que aún está formando su grupo, los periodistas dicen que cambie de portero y ahora la afición está de uñas, por no ganar ese trofeo (iba haber puesto pretigioso, pero aún no se sabe)
Y yo pienso, si a un entrenador lo contratas para llegar lo más lejos posible en esa competición y no lo hace ¿deberían ya echarle y buscar a otro? De momento parece que no, pero, si los resultados siguen sin ir bien, en el mundo del fútbol, como en otros ámbitos, todo sería posible....
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