Primer día de la semana y he hablado bastante poco con mi nueva ilusión, raro por un lado, pero yo, personalmente, tan bien, la verdad.
Lo primero, porque, ayer por la noche dio la gran casualidad que, cuando me quería ir hacia la cama ella entró por teléfono, si, para sorpresa de ella, y casi, mía mismamente: hablamos de lo de siempre, y no, no me quiso contar nada sobre qué había hecho o con quien había estado, bueno, qué había estado muy liada y ni un minuto sola para escribirme o ver qué decía en mi móvil (por cierto, ya he hecho que ella tampoco vea nada, sinceramente, no me apetece)
Y mi mañana fue bastante tranquila, sí que miré algo el móvil, es algo que tengo que ir quitándome poco a poco y ella, lo poco que me dijo, sin parar: al finalizar su primer horario laboral, se fue a comprar algunas cosas, regalos y dulces para el cumpleaños próximos y si, ya me ha contado todo su fin de semana, más de lo que sabía, sin dar demasiados nombres ni parentescos y, si a eso lo añadimos que, me contó también su viaje a algún sitio en el puente próximo hace que, casi todos los fines de semana ya los tenga ocupados, con gente, por supuesto.
Y ahora que no tenemos cursos próximamente, que yo no hago mucho por correr y tomar café con ella, sigo intentando que se de cuenta de qué situación estamos, más rara que antes, no sé si nosotros estamos mejor o peor, y que, sin esas pequeñas visitas, todo, se puede ir al traste, o mejor dicho, podemos estar solo como amigos, aunque, según ella, eso, depende solo de mi...y aunque yo no quiera reconocerlo, tiene bastante razón.
Se supone que si nada cambia, hasta más allá de mediados del mes de Diciembre, ella y yo no vamos a coincidir, y seguiremos hablando de lo mismo, o quizás ya no tengamos tantas cosas de qué hablar como antes...
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