El pasado viernes me encontré con un compañero de carreras que de vez en cuando lo veo, y nos solemos saludar sin entrar en mucho detalle que tal van las cosas.
Pero, el otro día este chico quería hablar de cualquier cosa: intuí que iba algún lado, ya que, alguna que otra persona lo saludó y él dijo " ahora voy".
Como digo, este chico estuvo un tiempo en mi "equipo" hasta que se cansó, porque él buscaba un grupo de personas para intentar quedar a correr y compartir más cosas, y ese grupo, "mi equipo" no es: cada vez, vamos menos personas y mucho menos quedamos para correr, así que, buscó, otro equipo y otra gente con la que correr, pero, de vez en cuando, en dichas carreras nos vemos.
El otro día no fue en una carrera, si no, en la calle: como siempre, me preguntó por las próximas carreras, y no supe muy bien qué decir: él me habló de otras carreras que si le gusta y las que no le gusta o las que no ha podido ir: y yo, no estando de acuerdo, una vez más, me quedé en silencio asintiendo: algunas carreras, que si me gustan, a él no le van, por ser cortas, aunque sean solidarias, y otras, por viajes o por lo que sea, no ha podido ir, y otras las critica sin más.
Como he aprendido a lo largo de los años, es mejor escuchar que ponerte a discutir con gente que no conoces mucho: un ejemplo: el otro día me dijeron, más o menos la distancia de una vuelta a un sitio que suelo ir, no dudé de esa medida, si hubiera sido otra persona, podría haber estado discutiendo bastante tiempo sobre si eso es cierto o no: y luego, yo dije una cosa muy sencilla y el resto acepto sin protestar dicha respuesta: eso es conocernos y saber aceptar nuestras diferencias y nuestras semejanzas, con el resto de personas, mejor, oir, ver y callar...
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