Esta vez fue ella, si, de verdad. Ella, después de tres días de silencio, entre el lunes y el miércoles decidió enviar un mensaje simple, como otras veces, hola, ¿qué tal la semana?, Y mi respuesta, como siempre, cordial, y si, con pregunta fácil y cordial también, tú, ¿qué tal? Y su respuesta, en ese caso si que fue inesperada, "sin parar toda la semana, porque su ser menor estaba mala" y, cómo ella tiene que trabajar, se la sube a sus abuelos, iba a poner otra forma de llamarlos, pero ella usó esa palabra, y la tocaba ir y venir, todo el rato, entonces, entendí que su padre la vería poco o nada...pero no, no pregunté.
Pasadas las horas, no muchas, decidí llamarla, casi por sorpresa, mientras regresaba a mi casa, si, pasaba por la suya, como tantos días, pero ella, no lo sabía.
La pedí que si quería saliera al balcón, como otras veces y sí ella salió, pero, entre que estaba comiendo y su ser menor también quería salir, lo mejor fue seguir la conversación mientras yo, regresaba a mi casa andando, para sorpresa de ella.
El caso es que, en la conversación no hablamos de nada destacado, solo, una frase que a ella la había dicho alguien, probablemetne, su expareja "eso era lo que querías, ¿verdad? Pues ya lo tienes". Puedo entender que lo que ella quería era "separarse para no estar tan agobiada" pero, sabía que tenía consecuencias, y las está teniendo, esa frase, sé que la ha hecho daño en su corazón sobre todo.
Ella sabe, que el proceso será duro, ya se lo habían dicho y que se apoyará en su actual nueva pareja, que a mi, no me contará las cosas peores al menos, en primera opción, y que, con el tiempo, si algo me dirá.
Ya lo conté, en breve es su cumpleaños, y luego, empezará, creo, si ella no cuenta nada, estaré eso, esperando, haciendo mi vida: sé que propondrá el típico café, en algún sitio público, donde no haya peligro para ella...y sin más, pasará el tiempo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario