Ayer rompí, completamente adrede, para enviar un simple mensaje, a deshoras, a la persona que fue mi última ilusión.
Si hasta ahora, lo habitual era enviar algún mensaje por la mañana, y ella contestar relativamente rápido, como dije el otro día, por la mañana, la comenté que tenía más lío y por lo tanto, habría mensajes por la tarde, por eso rompí esa habitual comunicación para ver qué pasaba.
Y pasaron dos cosas: lo primero, mi mensaje era cordial, deseando que fuera todo correcto: ella tardó mucho en contestar, casi hora y pico, cuando, como digo, por las mañanas, lo hace inmediatamente y lo segundo, también es habitual, contestar sin decir nada: está muy ocupada, sin parar (pero sin contar nada a la vez) pero todo bien...y fin de los mensajes por ese día y yo diría, esta semana y más allá..
Tuve mucha tentación de escribir algo más como "jo, lo siento, si puedo ayudar en algo", pero sé su respuesta "gracias, no puedes" y un último mensaje "solo se me ocurre escribir palabras bonitas, pero, no me dejas"..y la conversación.
Y si, me gustó la prueba, porque sabía que algo así podía pasar y ahora queda lo mejor: no hacer nada, no esperar nada.
La semana que viene no seré yo el que escriba ni rompa el silencio. Sé que el sábado tiene un evento especial, coincidiendo con mi evento, y creo que a lo mío a ella le da ya bastante igual, o no está tan interesada como antes, aunque se acuerde y sé que recibiré en algún momento de ese día, como digo, dudo mucho que entre semana diga algo, un típico mensaje, ni llamada tan siquiera (me sorprendería mucho)
Quizás, la siguiente me escriba y me "pida un café o algo así" y quizás la diga eso de "si quieres hablamos por teléfono cuando te venga bien"...o algo así...y ya veremos como queda la cosa, jeje, tengo tiempo y es lo que quiero ahora mismo....
No hay comentarios:
Publicar un comentario