Llevo varios días sin muchas ganas de hablar con la gente en general, pero, cuando veo a la gente hablo. El entorno no sabe lo que pienso y solo me sumerjo en la conversación fluye y ya está, vuelvo a casa y tan tranquilo.
El otro día estuve hablando con el amigo del cartero, que también corre y le estuve "dando varios consejos" sobre qué coger o qué comprar para poder correr, ahora que ya lleva un tiempo en esto de hacer deporte.
De las zapatillas ni hablé, él las prefiere de una forma, a veces baratas, primando dinero a posibles lesiones: y de lo segundo que le hablé fue de ir con un gps en la muñeca: él, como fuimos muchos, va pro sensaciones, no sabes si vas rápido, lento, y por lo tanto, no termina bien las carreras..pero eso a él, de momento, le da igual: luego, viendo sus fotos, le dije que se fijase en los brazos, en su caso, demasiado abajo, y él se dio cuenta y que, lo hace sin pensar. Le dejé hablando con un comercial de qué cosas comprarse.
Por la tarde le pregunté y él me dijo que "hablando con otro amigo, le indicó otra marca de reloj gps", pero que se había comprado unas medias y una gorra, que no sé si estrenará mañana...
Y es que, si la gente no me pide consejo, es mejor estar callado, pero, siempre pienso lo mismo, ojalá me hubiera ido diciendo a mí esas cosas, mira tal gps, tal pantalón, tal zapatilla, entrena de tal forma...yo todo eso lo fui aprendiendo a base de mirar, preguntar, observar, mirar...cada uno es un mundo...eso si, lo dicho, tengo que aprender hablar mucho menos y escuchar mucho más...
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