La mitad de semana siempre me "afecta" un poco a mi estado de ánimo, pero, esta vez, he podido con la situación.
Y es que, desde que hemos empezado el curso, los miércoles no sé aún el motivo, es cuando más me acuerdo de la persona que fue mi última ilusión y siempre creo que ese día va a enviar un mensaje, no me llamará nunca, y al final "caigo" en la tentación de ser yo el que envía, aún sabiendo su respuesta de siempre "mucho lío, sin parar, pero bien".
La semana pasada fue el jueves, por la tarde para más señas, como para decir "por la mañana imposible, por la tarde, lo que quieras"; pero, ella, por lo que veo, intuyo y sé, por las tardes las tiene ocupadas y no precisamente en mi, sino, en otras actividades que ya, nunca sabré.
Además, sé por ella, eso me contó la última vez, que este próximo sábado tiene otra fiesta, no me dijo ni de quien ni nada, y yo, no pregunté, pero si intuyo algún mensaje suyo ese día, por lo tanto, esta semana, entre los dos, cero mensajes, y es probable que, después del sábado, volvamos al famoso contacto cero, hasta "vete tu a saber cuando".
Si, ella no lo sabe, y es más, cuando pienso en mi contestación alguno de sus próximos mensajes dudo entre "todo normal" y el dicho entre nosotros "si no entramos en detalles" o "tú ya sabes como van estas cosas, a días o ratos": al primero, no dirá nada, al segundo, lo típico "lo siento que estés así, no puedo hacer nada"...y si, sí que podría hacerlo, pero nunca lo hará, prefiere seguir en su círculo, mientras la dure y hace lo que ella quiere, la irá bien, así lo ha hecho y así lo hará...solo cuando se salió de ese círculo, perdió el control, se supone que no era ella misma...y volvió a ser ella misma aquel día de aquella contestación que si, me "pidió perdón por escrito, con promesa de hablar" nunca más se supo del tema, ni llamada, ni recuerdo a ese tema ni nada...al final, ella es así...
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