Cuando el otro día hablé con mi amigo de su situación personal, sin que yo le haya contado nada de mi vida, por la noche, le envié un mensaje con una frase de otra persona para su decisión, si es que, la tuviera que tomar: la frase era, qué prefieres, que gane tú equipo con un entrenador malo y por lo tanto siga o que pierda, cambiamos de entrenador y vamos viendo...para él sería, qué prefieres, quedarte como estas y no tener nada o cambiar y ver si hay algo mejor.
Su respuesta, casi esperada, fue fácil: la decisión es fácil, según él
Según yo, lo que a todos nos mueve, un poco, es el inmovilismo, el esperar que la otra persona cambie, o crea yo que va a cambiar porque la tengo idealizada y yo creo, es decir, yo necesito un cambio de esa persona, hacia mi, que no ha pasado en muchos años y que, quizás, como ya le ha pasado, al final, vea que realmente estaba equivocado, y, por lo tanto, prefiero esperar. Él no quiere arriesgarse a que esa persona un día de repente le diga, "lo dejo todo por ti", mientras que la otra persona, que lo adora, y quiere estar en su vida y es probable que quiera hacer un proyecto de vida con él, pero él, no ha dicho ni si ni no, solo ha dicho que de momento no....y es probable que no se mueva de esa posición.
En la tarde de ayer lo llamé y no cogió el teléfono, como era esperable, para proponerle un café y ver alguna de las películas que hablamos el otro día, pero, intuyo que, como otra mucha gente, ya tenía sus planes para ese día.
Por último, siempre que pienso en decisiones, me acuerdo de la frase que alguien dijo "porqué eres feliz,y contestó, porque tomo decisiones"....
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