El pasado viernes quedé otra vez con el amigo excompañero de trabajo que, de vez en cuando quedo, lo escucho y me sorprende aspectos de su vida que desconocía totalmente.
La primera vez que quedamos, él entendió mal la hora, y estuvo un rato esperando, hasta que yo finalice lo que estaba haciendo, lo llamé y quedamos.
Por la hora que era, sugerí el "cenar algo", pero en su cabeza "había algo" que dijo "prefiero solo tomar algo": me sorprendió, porque, estuvimos un rato largo y en ese rato, personalmente hubiera cenado.
Como no hay una si dos, el otro día fue algo parecido: fuimos a tomar algo, dar una vuelta, ver una película que me apetecía a mi, y a la hora indicada, lo mismo, llamadme raro, "pensé en cenar", y otra vez igual "mejor no", y si, nos tomamos algo en el rato que "yo hubiera cenado". Entonces fue cuando pensé "no insistiré más".
Pero, lo curioso sucedió en esa conversación: de repente, hablamos de una futura actividad relacionada con el Camino de Santiago y con una organización. Hasta ahora, esa organización lo llevaba otra persona conocida e importaba "los números y la cantidad de gente": pero, la propuesta suya, es otra: llevar como máximo a 20 - 30 personas y hacer esa actividad, improvisando, y ya iremos viendo.
Él me cuenta que "hace años lo hizo así con otra personas" y salió bien, eso sin, sin una organización grande, pero, quiere proponerlo y empezar a pensarlo...y está totalmente convencido.
Y es que, yo sé como se han organizado estas cosas: primero, con mucha gente y muchos voluntarios, segundo, pisando el terreno, pidiendo permisos, llamando a muchas puertas, muchas horas de estudiar presupuesto..y al fina, siempre podía pasar algo y tener plan b.
Pero, es que, su plan es aún más pequeño: ya que quiere que "solo vayan" personas que él conoce y de ese germen, hacer algo grande..
En fin, sé que me enteraré de qué pasará, y si no sale adelante, sé perfectamente que él se sentirá "muy decepcionado":...
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