Cuando pasan las cosas es por algo y en un momento determinado, casi siempre es igual.
El pasado domingo, muy sorprendentemente, o no, justo a los quince días de recibir el último mensaje de la persona que fue mi última ilusión, y cuando jamás me escribe en fin de semana y menos un domingo, me preguntaba si "podíamos quedar al día siguiente". Quise tardar un tiempo en contestar, para decirla que claro que podía quedar, que a la hora de comer, hablabamos...
Llegó la hora de comer y fui yo el que rompió el hielo, más que nada para saber qué tenia que hacer esa tarde y si, podíamos quedar, algo más tarde de lo que yo pensaba, pero, no pregunté que tenía que hacer antes, y sinceramente, no me interesaba, creo: propuso un bar al que suelo ir mucho y en el que quizás yo no me iba a sentir nada cómodo, pero bueno, es lo que hay, no creo que hubiera aceptado otro lugar.
Antes de ir al local, me pasé a comprar unos dulces, otros para su ser menor, y así, sorprenderla y dárselos. quería ver esa reacción.
Llegada la hora y estando yo en el bar, en primer lugar, la camarera se sorprendió de todo, pero, lo peor siempre está por llegar, estaba el amigo exzamorano con su pareja, tomando algo, de vacaciones y cómo ella, no llegaba me dijeron que me sentara con ellos, pero les dije que esperaba compañia.
Y la compañía se retrasaba demasiado y propuso quedar otros quince minutos después, por primera vez, y yo la dije que estaba en el bar..me imagino su cara, pensando, llego tarde, tengo que salir ya..
Y si, me pidió perdón por llegar tarde y la primera sorpresa o no tanto: con la persona con la que está, estaba a más de quinientos kilómetros, como es normal o eso pienso yo, visitando también a su ser menor, y ella, esperaba su llamada y me pedía perdón antes de que llegara esa llamada, o eso esperaba ella.
Pero, el universo es el que es, y no, no la llamó en un primer momento esa persona, sino, su amiga de Barcelona que, casualmente se la había olvidado su cumpleaños, y durante un rato largo, estuvo hablando con su amiga, justo en el momento que más interesante que estaba nuestra conversación.
Al regresar al bar, la dije que si quería otro café que estaría frio, y me dijo que no: miró su móvil y no debió de gustar lo que veía, en lugar de llamar, al menos de momento, tenía un mensaje de texto: por supuesto no pregunté...
Y volvimos a lo nuestro, a nuestra conversación, en un punto que si, la cogí la mano, me acarició, y la dije casi todo bonito que pensaba, y en su ojos asomaron una mini lágrima, y fue cuando se sinceró un poco: una vez más, tiene dudas, no sabe lo que pasará ni mañana ni pasado, ni casi, en quien confiar, solo, en su ser menor...Nos soltamos la manos y me dijo "me tengo que ir" (intuyo que su ser menor regresaba a casa).
Entonces llegó otro momento bonito: la dije que en el vehículo tenía algo para ella, se sorprendió, la gustó y si, de repente me dio un largo abrazo con palabras bonitas, muy bonitas...
La dije que la última vez que nos vimos no me dejó acompañarla, que si esta vez me dejaba y no puso ni media excusa, encima llovía: asi que, cogí su paraguas, su brazo a mi lado y hablamos alegremente, de futuro incluso..y si, yo diciéndola que mientras ella quisiera yo estaría a su lado y ella, sonreía, afirmaba, pero, creo que piensa, "será imposible siempre".
Al llegar justo debajo de su casa, me dijo que me pusiera debajo de algo para no mojarme, para abrazarme y darme un beso...quizás el último...
En fin, que ahora mismo, está donde quiero que esté. Ella con su vida, liosa, y yo, con la mía tan tranquilo..jejeje.
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