Una vez más, en menos de tres meses, creo que podría decir es la primera vez que voy en tan poco tiempo.
En este caso, y como me propuse pero no dije, no quería ir solo y no quería dormir ni tampoco el ir entre semana: una vez mis exigencias satisfechas, pero, como digo, sin que nadie supiera nada, la primera sorpresa fue que su pareja estaba allí y sé, que según es él, no le hacía mucha gracia esa situación y más o menos, intentó en varias ocasiones que eso, no fuéramos hasta allí ese día, poniendo hasta excusas de que, "el lugar estaba petado", cosa, que luego comprobamos que no, no era cierto.
Y el punto de inflexión total fue cuando, de repente, a la hora de decidir cómo ir yo transmití que iría con mi coche, en vez de con la moto, eso me da dos cosas: más independencia y poder decidir, ya que, con la moto, y al venir el amigo cartero, y él hace su horario, su ruta y sus cosas...
Y una vez aclaradas todas las cosas, solo quedaba ir, pasar el día o lo que fuera y regresar.
Una de las frases que más me ha marcado fue "yo no hago planes para los demás", que si l ahubiera dicho yo...me hubieran caido por todos los lados...
Y eso, llegué yo allí e hice mis planes: tomar algo y luego esperar al cartero , y sin avisar al amigo exzamorano, y en el momento determinado llegó y a la vez llegó el exzamorano.
Hicimos lo normal, vuelta por el pueblo, tomar algo, bastante cervezas ellos y muy rápidas y la sorpresa llegó en un bar, que daban comidas, estaba vacio, ¿donde estaba el jaleo? Mi teoría sobre que él no quería lo vieran, se confirmaba.
Comimos, ellos protestaron por diferentes cosas, tomamos café y luego dimos la doble visita, a ver un poco de tenis y a un lago.
Y regresamos, bajo protestas: yo me quería ir, era mi hora y el amigo cartero, quería esperar un poco.y eso hice, dar las vueltas tardes y poco a poco irme.
Fin del viaje, por fin todo bien, tranquilo y relajado.
De momento, sin compromisos ni planes y eso, me gusta.
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